Se trata de una herramienta de gestión para empresas y otras organizaciones, de aplicación voluntaria, que permite evaluar, mejorar y dar a conocer su comportamiento ambiental.
Las organizaciones EMAS están reconocidas por la Unión Europea mediante un logotipo que garantiza la veracidad de la información ambiental que estas facilitan.
El proceso para obtener el EMAS
Para conseguir el objetivo de mejora ambiental continua, las organizaciones deben cumplir los siguientes requisitos básicos:
- Llevar a cabo una evaluación que considere todos los aspectos ambientales ligados a la actividad de la organización (procedimientos, productos, servicios…) así como el cumplimiento de la legislación ambiental que sea aplicable y la existencia de procedimientos o buenas prácticas ambientales.
- En función de los resultados de esta evaluación, establecer un sistema de gestión efectivo enfocado al cumplimiento de la política ambiental definida por la dirección de la propia organización. Debido a todo ello, se deben definir responsabilidades, objetivos, procedimientos operacionales, necesidades formativas del personal y sistemas eficaces de comunicación. Todo ello integrado en el sistema general de gestión de la organización.
- Llevar a cabo una auditoría ambiental que asegure que el sistema de gestión, definido previamente, se adapta y da respuesta a los requerimientos de la política ambiental y a los objetivos definidos por la organización y que se estructura de acuerdo con el Reglamento EMAS.
- Realizar una declaración pública del comportamiento ambiental de la organización que refleje el cumplimiento de sus objetivos ambientales y las acciones futuras que han de permitir continuar con el proceso de mejora ambiental continua.